"La vida no se mide por las veces que respiras,sino por los momentos que te dejan sin aliento"

miércoles, 17 de octubre de 2007

Animales: la mejor compañía

El otro día pisé por primera vez una perrera y al salir prometí que sería la primera y última. Fui con Fer a coger un perrillo para el taller y a él no porque enseguida le encantó Pocho, pero yo me los hubiese llevado a todos. Cualkiera que me conozca un poco sabe la obsesión protectora que tengo con los animales, me viene de familia, y aunque es un poco obsesivo, no me arrepiento de parecerme a las viejas locas que acumulan gatos. He tenido de todo: periquitos, canarios, coballas, los peces que rescaté del piso (para que os hagais una idea, eran naranjas y no se veían en la pecera...), el conejo que salvé del otro piso (mi pobre vecina se quedó sin plantas pero con abono, como cagaba el condenao!), el perro que recogí de la calle y que mas tarde lo adoptó un vecino mío, pajarillos heridos que me subo a casa...en fin, que es superior a mi ver sufrir a los animales, y mientras esté en mi mano ayudarlos seguiré haciéndolo.

Ahora solo tengo dos, Poppy y Lola, mi perro y el de mi hermana. De Poppy que os voy a decir...que lo tengo hace 12 años y es sin duda el perro más mimao del mundo, no os doy detalles porque flipariais, pero mi madre hace años que a mi no me hace la cena y al perro se la hace todos los días ;) . El día que me falte dejará un vacío muy grande, pero me quedará la tranquilidad de haberlo cuidado lo mejor que he sabido. Y de Lola contaros que es un beaggle precioso, que la cogimos hace un año porque al no cazar, a cierto cazador le sobraba. Todavía se agacha y cierra los ojos cuando la encorres para jugar o la vas a acariciar con gestos bruscos; supongo que los fantasmas del pasado le pesan más de lo que pensamos.
Yo entiendo que sólo la gente que tiene animales sabe de lo que hablo al decir que son uno más de la familia, que sólo les falta hablar y que se les kiere muchísimo. Poppy nota cuando estoy triste y se tumba horas a mi lado, tb cuando estoy mala. Intenta poner paz trayéndonos la pelota cuando escucha en casa algún grito que otro, y te hace unos recibimientos al llegar a casa que sin duda nadie te haría a diario. No me siento rara por sentir debilidad por ellos, y confío en cada día seamos más los que tratemos de hacerles la vida más fácil.

El viernes hace dos años que pasamos un día no muy bueno, en especial mi hermana, que es igual que yo para estas cosas y tuvo que ver cómo el perro de una amiga se caía desde el puente de San Úrbez en Añisclo, un puente de algo más de 60 metros. Pero lo mejor de todo es que Kavi todavía puede contarlo. En la siguiente entrada os paso el vídeo de lo que pudo ser un día para olvidar, pero que tras cinco horas de rescate, y con la ayuda del GREIM de Boltaña, quedó sólo en un susto.

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