"La vida no se mide por las veces que respiras,sino por los momentos que te dejan sin aliento"

martes, 27 de noviembre de 2007

Por amarte asi - Cristian Castro

Cuantas veces escuchamos canciones que no nos dejan indiferentes? Cuantos mensajes contienen con los que nos sentimos identificados?? Que parecen hechos a medida para ti.. Hace años que escucho esta canción y sigo sintiendo lo mismo cada vez que la vuelvo a escuchar.

viernes, 23 de noviembre de 2007

Hoy necesito un respiro


Las tres largas horas que he tenido que esperar sola en la consulta del hospital m han hecho darme cuenta de todo lo que está pasando. Las últimas semanas he camuflado el dolor, y no se me ha dado mal del todo, casi que llego a convencerme y todo, pero no, no se ha ido. Intento hacer vida normal, no percatarme de lo que sucede a mi alrededor, hacer que la cosa no va conmigo, aparentar normalidad y esperanza...pero todo cansa, y más cuando es forzado, cuando no sientes normalidad, cuando no albergas esperanza y cuando todo lo que pasa solo te hace más y más daño. Estoy muy acompañada, pero me siento sola, incapaz de expresar todo lo que siento, con ganas de parar el tiempo; siento por primera vez que necesito un respiro. Supongo que a este ánimo contribuyen otras pequeñas cosas que aunque parezcan insignificantes, no me ayudan a levantarme con ganas cada mañana. Cosas que en otro momento de mi vida me hubiesen provocado indiferencia, porque hasta hace poco tenía la capacidad de decidir lo que me afectaba y lo que no.

Me encantaría volver a saber usar la coraza, esa que te hace sentirte fuerte y capaz de todo, esa tras la que se esconden cobardes con ganas de vencer la cobardía; me encantaría retroceder en el tiempo y hacer cosas que dejé de lado, me encantaría poder hacer un viaje con el que impregnar mi vida de buenas y nuevas sensaciones, me encantaría poder llorar todo lo que llevo dentro...pero nada de eso es posible; perdí las instucciones de la coraza, el tiempo sólo sabe avanzar sin importarle nada, el viaje no lograría distraerme, y la incredulidad y el miedo paralizan toda lágrima con intención de desahogarme.

Solo espero que el tiempo baje el ritmo, que me de tiempo a sentir todo lo bueno que también sucede a mi alrededor, que el dolor no invada todas y cada una de mis sensaciones quitándome toda ilusión y entusiasmo...en definitiva, volver a tener la sensación de que la vida tb puede ser maravillosa.

lunes, 12 de noviembre de 2007

Razón Vs Corazón



No hace mucho leí en un artículo que las personas nos comportamos sistemáticamente de forma irracional (curiosa la contradicción..). Pero ¿cuántas cosas cambiarían si lo hiciéramos de forma racional? ¿Y si en realidad nos comportáramos como si el tiempo no lo pudiese todo? ¿Y si no fuese tan cierto que las cosas con el paso de los días se van olvidando, o que las heridas van cerrando? Son complejas preguntas que tienen una fácil definición: duelo entre la razón y el corazón. Todo en la vida se reduce a eso, a una decisión, acertada o no, más o menos meditada, impulsiva, necesaria, urgente...pero en definitiva no es más que una simple decisión. Lo difícil es saber encontrar el sentimiento adecuado en el que fundarla. Es ahí cuando nos damos cuenta de que todo se reduce a una lucha, la lucha de la razón contra el corazón. Y lo peor es saber que, como en todo enfrentamiento, ambos pueden estar equivocados, y que nadie te asegura que haciendo caso a uno de ellos todo irá como tu deseas. Es un riesgo que se asume y que conocemos de antemano. Conocemos los artificios de la razón, lo que la empuja: el miedo, la inseguridad y las apariencias, pero tb conocemos lo que alimenta al corazón: la necesidad, los impulsos, deseos y sueños.
Sin embargo a la vez tengo clara una cosa, y es que nada de todo esto es realidad, ni los sueños, ni los deseos, ni las inseguridades, ni los impulsos o los miedos. Aun así forman parte de mi vida, y de la de cada uno de nosotros. Todos a diario sentimos la necesidad de elegir, de decantarnos por la sensatez o la pasión, por lo bueno y malo, lo correcto o incorrecto, lo bien o mal visto, lo necesario o el capricho. Porque el corazón te dice “actúa” y la razón te dice “piensa”, porque el corazón te dice “siente”, y la razón hace saltar las alarmas del miedo, porque el corazón te dice “vive” y la razón “vive y deja vivir”. Luchando sin querer he dejado ganar a uno de ellos, y se que he hecho lo correcto. Todo en la vida tiene su momento y en el que stoy ahora tenía que pasar ésto; no se si es lo que buscaría en caso de que buscara lo ideal, o lo que imaginaría si echara a volar la imaginación, pero se que es lo me hace sentir tranquila, y con eso me basta. Supongo que hacer caso a la lógica o al sentimiento implica perder las oportunidades que rechazas al elegir, pero no me importa si me queda la tranquilidad de hacer las cosas bien. No obstante, las máquinas humanas tenemos la capacidad de auto-repararnos o auto-regenerarnos sin cesar. Lo importante es aprender a conservar las distancias entre lo que nos hace bien y lo que nos hace mal. Eso sí, para ello tal vez sea necesario no caer en la tentación y vivir la agonía y la angustia que a veces da eso que llaman AMOR.